Chistes varios

– Doctor, doctor, ¿con diarrea me puedo bañar?. – Hombre, si es abundante…

La tarde de la noche de bodas, la hija le pregunta a la madre: – Mamá, ¿tú podrías enseñarme a mantener satisfecho a mi marido?. – Pues hija, -le contesta la señora, un poco ruborizada- resulta que cuando dos personas se quieren, hacer el amor es el acto más maravilloso del mundo y… – Mamá, ya sé follar, lo que necesito aprender es a hacer paellas.

Dos caballeros que se movían muy de prisa en el interior de un Hipermercado con sus carritos de compra: – Perdóneme Usted; es que busco a mi señora. – ¡Qué coincidencia, yo también!. Estoy ya desesperado. – Bueno tal vez le pueda ayudar. ¿Cómo es su señora?. – Es alta, de pelo castaño claro, piernas bien torneadas, pechos firmes, un culo precioso, en fin, muy bonita. ¿Y la suya?. – Olvídese de la mía, vamos a buscar la suya.

Llega un tipo a su casa, de madrugada y cayéndose de borracho, y le dice con voz estropajosa a su mujer: – Berta… ¡¡¡Voy a amarte!!!… – Si quieres vete a Júpiter cabrón, pero a mí déjame dormir!!!.

Un borracho llega a su casa cantando y haciendo barullo, en eso se asoma un vecino y le dice: – Psss!!!, no haga bulla que su mujer se va a despertar… – ¡No se preocupe!, cuando llego así mi mujer y yo jugamos al exorcista… – ¿Ah, sí?, ¿y cómo es eso?. – Bueno, ella me sermonea y yo vomito.

Le dice la madre a la hija: – Hija, dicen las vecinas que te estas acostando con tu novio. – ¡Ay, mami!, la gente es más chismosa, una se acuesta con cualquiera y ya dicen que es el novio.

¿En qué se diferencian las mujeres antiguas de las modernas?: Pues que a las antiguas para verles el culo había que apartar las bragas y a las modernas para verles las bragas hay que abrirles el culo.

Armando y Marta daban un paseo romántico por el campo. Los deseos amorosos de Armando aumentaban conforme se internaban entre los árboles. Justo cuando empezaba a arrimarse a Marta, ella lo interrumple: -Espero que no te moleste, pero tengo ganas de echar una meadita. Un poco sorprendido por la vulgaridad le dice: -¡Está bien!, ¿por qué no te vas detrás de esos arbustos? Ella asiente y desaparece detrás de la maleza. Mientras Armando espera, su caliente cabeza (la de arriba) puede sentir el sonido de las braguitas de seda deslizándose por las hermosas piernas de Marta, imaginando todo aquello que está quedando expuesto. Incapaz de conterner un segundo más sus instintos, mete el brazo a través de los arbustos y toca la pierna de Marta. Suavemente sube la mano más y más, hasta que, horrorizado, agarra algo largo y gruso que cuelga entre las piernas de Marta. -¡Marta, por Dios! ¿Cambiaste de sexo?, (gritó angustiado). -¡No!, contesta ella, ¡cambié de opinión… estoy cagando!

2 comentarios

  1. argentalico said,

    abril 16, 2007 a 4:01 pm

    JA! Geniales!! 😉

  2. Anna sueca said,

    mayo 3, 2007 a 9:08 am

    hóla!
    Encontré tu pagina por no razon. Pero la me gusta porque es de español 🙂 Yo soy sueca pero entiendo bastante mucho de que escribes. Muy bien.
    Ciao!
    /anna en suecia.
    http//:nuutten.blogg.se


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